Aceptar a los demás

Una persona espiritual no juzga a nadie, a todos ama. Todo lo entiende, comprende y acepta. Ante el error ajeno siente infinita compasión y aceptación, porque sabe que la realidad es lo que ocurre porque tiene que transcurrir. Las personas le reclamarán por no atacar a nadie pero una persona espiritual sabe que el odio, el rencor y la maledicencia solo pueden disolverse con el amor y la compasión. Al mal que le hacen responde con perdón, a la injuria responde con silencio, a la crítica responde con suaves palabras amorosas.  

Una persona espiritual sabe que vivimos en niveles de conciencia y que para llegar a ese nivel tuvo que soportar muchas pruebas en el camino de la iluminación,

El hábito de juzgar a las personas es una manifestación de nuestro ego, que pretende controlar, dominar, porque ese es su estigma. Cuando juzgamos nos separamos de la unidad de la vida y padecemos alteraciones de energía que terminan afectando a nuestra salud mental y física. Nuestra mirada debe ser de infinita compasión por los otros, quienes han nacido con una singularidad que obedece a la búsqueda de su propia felicidad. Algunos tienen un nivel de conciencia elevado y otros no, pero todos son hermanos nuestros, quienes merecen nuestro amor y compasión infinitos, por esta razón una persona espiritual se distancia de las guerras y de la explotación del hombre por el hombre.   

Share this post